-.-.-.-Todas las fotografías que aparecen en este blog forman parte del Archivo Fotográfico de Maluenda de Jesús Gil Alejandre.-.-.-.-.-.

miércoles, 27 de abril de 2016

Banderas, milagros e Infantería.

El pasado 22 de abril Silvia y yo nos fuimos al archivo diocesano de Tarazona en busca de unos documentos que necesitamos para nuestro siguiente reto y del que os daremos cuenta dado el interés que tiene.

Entre toda la documentación existente Silvia encontró esta interesante información extraída de la correspondencia.

El día 23 de febrero de 1914, el Museo de la Infantería solicita una bandera que se encuentra en Maluenda expuesta en la Iglesia de Santa Justa, colgada de la bóveda del templo, la intención era colocarla en su museo como emblema de los patriotas que por ella murieron.

El obispado solicitó al párroco de Maluenda que le contara acerca de aquella bandera.

Contaba Mosén Maza que la historia de esta bandera la oyó en un sermón cuando era pequeño, en una fiesta votiva al Santísimo Cristo de Santa Justa .

La bandera pendía de la bóveda y había otra igual anteriormente que cayó hecha girones por la acción del tiempo hace muchísimos años.

Esta bandera era de una embarcación de unos comerciantes que iban a las indias y que en un trance apurado invocaron protección del Santísimo Cristo. Al salvarse de aquel trance gracias al Santísimo Cristo, ofrecieron la bandera de la embarcación.

Es una tela de algodón o satén basto, no tiene mérito ninguno, son trozos de esta tela de varios colores y los trozos son de forma triangular y cosidos unos a otros, como las cubiertas para las camas que suelen hacer por estas tierras las mujeres pobres con trapos de varios colores, está muy deteriorada.

Estos son los datos que les puede dar. Al juicio del párroco nada vale.

El obispo envió al Museo de la Infantería, que se estaba creando por aquel entonces, todos los datos que les había enviado el párroco de Maluenda y el museo decidió que si no tenía interés declinaban su solicitud.

Este prodigio que relata Mosén Maza ya lo dimos a conocer en el VI Centenario de la terminación de la iglesia de las Santas Justa y Rufina, pero pensábamos que era más una leyenda que una realidad.

Juan de Campos y el Cristo de Santa Justa.

No fue menor el favor que lograron unos españoles viniendo de las Indias en compañía de Juan de Campos, natural de Maluenda, que volvía a España con sus caudales: sobrevínoles una tempestad tan horrible, que no quedando ya esperanza en fuerzas y arte humana, apelaron a las Aras de sus patronos: en todo el tiempo, que el Padre Capellán exhortaba a todos invocasen a aquel Santo que fuera más venerado de cada uno, no se acordó Juan de Campos de esta Santa imagen, hasta que oyó, que uno dijo: No hay que invocar patrón más soberano que el Santo Crucifijo de Santa Justa, así lo ejecutó Juan de Campos, admirado siempre de ver que allí hubiere quien conocía y se acordaba de este Santo Crucifijo. Cesó con felicidad la tormenta pero jamás se pudo averiguar quién fue, el que había dado aviso de tan soberano Protector, a quien debieron la vida; creyeron piamente que había sido voz superior, la que les había acordado esta Santa Imagen.
 

domingo, 10 de abril de 2016

CORRIDAS DE VAQUILLAS EN 1885

Diciembre de 1885


En el ayuntamiento se presentó una comisión de mozos de esta localidad manifestando que celebrándose en este pueblo de tiempo inmemorial la fiesta de su Patrona la Purísima Concepción hacía bastantes años se celebraba con varias diversiones  y entre otras con la corrida de vaquillas y pedían al ayuntamiento las concediera. Vista la petición y considerándola acertada se acordó conceder dicha corrida previa la autorización del Gobernador de la Provincia, previendo que dicha corrida no ha de servir para discordia y que las cuentas han de llevarse con exactitud, que se han de obedecer las órdenes de la autoridad local y dejar la plaza en las mismas condiciones que se encuentra.